Con la llegada de la Revolución
Industrial en la segunda mitad del Siglo XIX en Europa dominaba el Reino Unido
en todos sus aspectos. Alemania y Estados Unidos aparecían como grandes imperios
que le disputaban ese predominio. Hacia finales de Siglo en el Viejo Continente
se había desarrollado una gran cantidad de armas, y la guerra estaba por
llegar. Como resultado de esto se creó un sistema de alianzas. Alemania,
Austria-Hungría e Italia conformaban la Triple Alianza y Francia, Reino Unido y
Rusia eran los Aliados.
La Primera Guerra
Mundial o mejor denominada como la Gran Guerra, comenzó con un conflicto
regional como lo era el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria
en manos de un serbio.
El 28 de julio de
1914 el imperio austro- húngaro apoyado por Alemania le declaró la guerra a
Serbia. Las operaciones que tuvieron lugar durante el primer año se basaban en
rápidos ataques con el objetivo de sorprender a los adversarios, como esta
estrategia fracasó, Alemania adoptó por mantenerse a la defensiva. En la novela
del alemán Erich Remarque “Sin novedad al frente” se
aprecia como los soldados pasaban los días sin mayores alteraciones.
“Son horas en que se vive maravillosamente, sin pensar en nada” (p. 3)
Sin embargo, en 1917 Rusia
produjo un giro importante al retirarse de la guerra. Debido a la “escases” que
vivía y los constantes cambios en el gobierno, como lo evidencia León Tolstoi
en su novela “La Muerte de Iván Illich” presentando una fuerte crítica al modo
de vida de la sociedad rusa de aquella época.
Con el fin de la
guerra, el imperio alemán y ruso perdieron una gran cantidad de territorio y
los imperios Austro-Húngaro y Otomano quedaron disueltos por completo. Pero lo
que puso fin oficialmente al estado de guerra entre Alemania y los Aliados fue
el Tratado de Versalles, un acuerdo de paz firmado en 1919.
Sin embargo, el
tratado no perduró demasiado en el tiempo y fue violado por Adolf Hitler, líder
del partido Nazi, en los años ´30.
El periodo
entreguerras se caracterizó por una profunda crisis, por el ascenso de los
regímenes autoritarios y el fascismo en Italia bajo el mando de la dictadura de
Benito Mussolini.
El uso por primera vez de armas
nucleares generó que las consecuencias con respecto a la Gran Guerra fueran
mucho peores. Más de cincuenta millones de víctimas y ciudades enteras
destruidas. Por esto, la Segunda Guerra Mundial fue el enfrentamiento bélico
más grande de la historia.
Y otra vez las alianzas hicieron
que se vieran involucrados la mayor parte de los países del mundo. Los aliados,
con Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, la Unión Soviética y Polonia por un
lado. Y por el otro las Potencias del Eje, con la Alemania Nazi, la Italia
Fascista, Japón y Rumanía.
La victoria nuevamente fue para
Los Aliados en 1945 dejando a Estados Unidos y la Unión Soviética como las
superpotencias a nivel mundial, creando el escenario para la Guerra.
El conflicto se suscito con la
invasión de la Alemania Nazi a Polonia, el 1 de septiembre de 1939 e
inmediatamente Gran Bretaña y Francia declararon estado de guerra al imperio
germano.
Días después, luego de ser
bombardeada hasta arder en llamas, se rinde Varsovia. El ataque relámpago
alemán duro menos de un mes y como narra el escritor polaco Wladyslaw Szpilman
en su novela “El pianista del guetto de Varsovia”, en el que relata las
condiciones infrahumanas por las que pasó la población.”Encontré la ciudad
irreconocible. ¿Cómo podía haber cambiado de aspecto tanto, tan completamente,
en solo unas horas?” (p. 7, 1945).
Esta ciudad vapuleada por el
racismo de Hitler, sufrió unos años más tarde el ataque nazi y en solo cuatro
semanas murieron allí 56 mil judíos.
Pero el mal iba a llegar a su
fin. La batalla de Stalingrado fue el
punto de quiebre del nazismo en Europa con una victoria decisiva de la Unión
Soviética. Considerada como el enfrentamiento más sangriento de la historia con
dos millones de víctimas, la batalla de Stalingrado confirmo la caída de Adolf
Hitler llevando a Alemania a la ruina.